Las hojuelas es un dulce tradicional de Semana Santa, que yo he conocido desde pequeña como tirones, porque era así como los llamaba mi abuela Ulpi, por la forma que tenían. Esta es una receta familiar burgalesa que nos trae bonitos recuerdos siempre que la hacemos.
También son conocidas como orejuelas. Es un dulce que se prepara en muchas regiones en Semana Santa y Carnavales, y que está emparentado con los pestiños, buñuelos, orejas de carnaval, etc., es decir, con las llamadas frutas de sartén, porque comparten su masa base y por la fritura con la que se elaboran.

Agua, leche, huevos, harina floja; algo de grasa que puede ser aceite de oliva, manteca de cerdo o mantequilla; según las zonas aguardiente, vino o algún que otro aromatizante como anís, o no. para formar una masa lisa que estiramos hasta dejarla muy fina y freímos en abundante aceite. La sencillez hecha dulce al alcance casi de cualquiera y que solo lleva el azúcar que espolvoreamos una vez cocinadas. Y si te apetece, vamos a ver la receta con todos los pasos detallados.

Cómo se hacen las hojuelas tradicionales de Semana Santa
Ingredientes:
Como medida vamos a utilizar una taza de café
- 1 taza de aceite
- 2 tazas de agua
- 1 yema de huevo
- 4 cucharadas de azúcar
- harina la que admita al amasar

Preparación:
En un bol, ponemos la taza de aceite, el azúcar, la yema y el agua. mezclamos y vamos añadiendo la harina y mezclando hasta que la masa se separa de las paredes del bol.
Ahora pasamos a una mesa enharinada y seguimos amasando hasta que no se nos peque ni en las manos ni en la mesa. Vamos añadiendo la harina que nos pida. Más o menos alrededor de unos 300 gramos. Pero puede que te pida un poquito más.





Depositamos la masa en un recipiente y lo dejamos reposar tapado 1/2 hora.
Cogemos porciones de la masa y lo estiramos con el rodillo hasta conseguir una lámina fina. Cortamos la lamina en tiras (por eso lo de tirones) y freímos en aceite de oliva virgen extra, caliente.




Las sacamos sobre un papel absorbente, espolvoreamos con azúcar molida ( que no llegue a tener la textura del azúcar glacé), o también les podemos cubrir con miel.
A mi me encantan con miel, como dice le refrán, «miel sobre hojuelas«


Emplata, sirve y a disfrutar. Te invitamos a que nos sigas en nuestras redes sociales, si te gustan nuestras recetas.
Son una gozada. Al ser tan finas, no paras de comerlas, y cuando te has dado cuenta el plato esta vacío. Vamos, que como con las patatas fritas, que a todo el mundo gustan. Uno de los mejores dulces de semana santa.