Hoy vamos a hablar y conocer un poquito más sobre el lechazo y el cochinillo.
El cordero lechal y el cochinillo asado, son dos de los platos más importantes de la cocina Castellana y que son disfrutados en toda España. Fáciles de cocinar, la clave de este plato es la buena calidad de la materia prima. Hoy en día podemos comprar online estos productos de primera calidad como el lechazo IGP Castellano o el cochininillo DO Segovia.
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Lechazo IGP Castellano
El lechazo o cordero lechal como se le suele denominar en la cuenca del Duero, es la cria de la oveja Churra, Ojalada o Castellana, que solo se ha alimentado de leche materna y cuyo peso oscila entre 9 y 12 Kg cuando es sacrificado con no más de 30 días. Cuando ya está preparado para su comercialización el peso ideal es de unos 8 kg.
Su carne tiene un color blanco nacarado o rosa pálido, es muy tierna, de escasa infiltración, gran jugosidad y una textura muy suave.
El lechazo es toda una institución en la provincia de Burgos, y goza de una reputación especial en Aranda de Duero, Lerma y La Bureba.
Desde el punto de vista nutricional, la carne de cordero es una buena fuente de proteínas de alto valor biológico y fácil digestibilidad. Aunque su grasa nos aporta mayoritariamente ácidos grasos saturados, también es buena fuente de ácidos grasos insaturados, con efectos más saludables para nuestro organismo. También es fuente de numerosas vitaminas, en concreto A, E y vitaminas del grupo B. Como minerales, cabe destacar el aporte de hierro, potasio, zinc, magnesio y fósforo
Existen numerosas formas de preparar el cordero, pero como mejor se saborea su delicada carne es asado en una cazuela de barro, troceado en cuartos y a fuego lento, para que se haga en su propia sustancia. Tampoco podemos olvidar el sabor de las chuletillas los días de campo en familia, preparadas en las parrillas con sarmientos o leña y acompañadas de una buena hogaza o torta de aceite y con un buen vino de la tierra. Espectaculares!!
Cochinillo DO Segovia
El cochinillo de Segovia, debe ser de explotaciones que se dedican exclusivamente a la cria del mismo. De raza blanca y que es alimentado únicamente de leche materna.
El peso antes del sacrificio es de 4,5 a 6,5 Kg y con una edad máxima de 3 semanas. Cuando tu lo encuentras en tu carnicería el peso es de unos 3,8 a 5,8 kg. con una carne de color rosado, blanco nacarado o rojo pálido, de textura firme, que no presentara ablandamientos, aunque no llegará a ser dura.
La vida útil del cochinillo de Segovia es como máximo seis días contados a partir de la fecha del sacrificio, y no está permitido el proceso de congelación en la comercialización.
El cochinillo de Segovia, se prepara asado, en piezas enteras, con un resultado final de aspecto dorado uniforme, piel crujiente y con un aroma característico, proveniente únicamente de la propia carne, ya que solo se cocina con agua y sal como únicos ingredientes. En el proceso de asado ira eliminando su capa natural de grasa, quedando jugoso, tierno, fácilmente masticable y desde luego, muy sabroso.
Y tú con cual te quedas? Lechazo o cochinillo.
Receta lechazo de Burgos
Para preparar el lechazo siguiendo la receta tradicional de Burgos, lo primero que tenemos que hacer es dejarlo a remojo con sal al menos una hora.
Se hornea, con la piel hacia abajo, añadiéndole unas tiras de cebolla, ajo picado y aceite, regándolo con el agua en el que le tuvimos a remojo.
Lechazo o cordero asado, de Burgos
Receta de Cochinillo asado de Segovia.
Os voy a dejar un pequeño resumen de como se prepara el cochinillo segoviano, receta que yo sigo cuando lo hago en casa.
Lo primero es pedir a nuestro carnicero que nos prepare un cochinillo limpio, sin asadura y abierto por la mitad por la parte de dentro pero sin llegar a cortarlo entero.
El cochinillo se hornea a 180º, con medio litro de agua, salpicado de sal gorda y por la parte de las costillas primero. Le daremos la vuelta, limpiamos la piel con un trapo húmedo, pintamos con manteca de cerdo y volvemos a hornear otra hora y media.
El objetivo de la manteca es que no se queme la piel y obtener ese tono dorado y textura crujiente de la piel.
Los últimos 10 minutos se hornea a unos 200-220º.
Para servirlo, la manera tradicional es sobre una fuente de barro, entero y con la salsa en el fondo. Podemos darle un poco más de brillo a la piel pasando una cuchara con salsa por encima como si le estuvieramos pintando.
Que difícil… pero me quedo con el lechazo!!
Si que es difícil si , jejeje
Muchas gracias por tu comentario
Un saludo
cada uno tiene su encanto,, no podría quedarme con uno solo .
Hola Carol,
Soy de Segovia y una «experta» en lechazo y cochinillo. Son dos de los grandes platos de la cocina castellana, como bien dices. Me gustan mucho los dos, pero me quedo con el cochinillo porque es un poquito más ligero
Cochinillo cochinillo, pero sin hacerle feo a nada ehhhh jejeje
Pues yo me quedo con los dos!Me encantan!! ???? ????
Me encanta, que rico