Hoy vamos a preparar un Pastel de Queso Austriaco, una receta del Libro Guía completa de las técnicas culinarias de Le Cordon Bleu.
A mi me encantan este tipo de pasteles y la verdad es que hay una gran variedad donde elegir. La que os traigo hoy es una receta que me ha gustado mucho como queda, tanto la textura como el sabor es realmente una delicia.
Este pastel se prepara con una pasta crujiente y dulce enriquecida con queso crema al estilo austriaco, pero también se puede utilizar una simple pasta quebrada o brisa. Este tipo de pasta siempre se tiene que hornear primero sola, para que el relleno no la ablande.
Como hacer una tarta o pastel de Queso Austriaco
Ingredientes:
Para la pasta:
- 125 g de queso crema, tipo mascarpone o philadelphia
- 190 g de harina
- 2 – 3 cucharadas de agua
- 2 cucharadas de azúcar
Para el relleno:
- 250 g de queso crema tipo mascarpone o philadelphia
- 350 g de requesón granulado
- 170 g de azúcar
- 4 huevos ligeramente batidos
- 2 cucharadas de harina (25g)
- 1 cucharada de maicena
- 125 ml de crema agria
Para la crema agria:
- 125 ml de nata liquida para montar (35%MG)
- 10 ml de zumo de limón
Preparación:
Lo primero que vamos a preparar es la pasta crujiente porque necesita media hora de reposo en la nevera.
Ponemos en un bol 190 g de harina tamizada y le añadimos 125 g de queso en crema. Mezclamos con espátula de madera o un mezclador de masa.
Incorporamos el azúcar y un par de cucharadas de agua y seguimos mezclando y amasando. Podemos terminar de amasar sobre una mesa y le damos forma de bola.
Lo dejamos reposar en la nevera unos 30 minutos.
Mientras tanto podemos ir untando con mantequilla el molde que vamos a utilizar. Para estas cantidades, viene genial el molde de bizcocho desmontable, con un diámetro de 25 cm.
Sacamos de la nevera y estiramos sobre la mesa con ayuda de una de amasar. Tenemos que cortarlo con la medida y forma de la base de nuestro molde, asi que lo que podemos hacer es poner el molde boca abajo sobre la masa y presionar un poco, se nos quedara marcado el tamaño exacto para terminar de recortar con la punta de un cuchillo.
Colocamos por lo tanto la masa que hemos recortado en nuestro molde, la extendemos bien en la base.
Con la pasta restante, hacemos un rectángulo largo para tapar todo el lateral interior de nuestro molde. Nos aseguramos que nos quede bien pegadito en la parte inferior, donde se junta con la base que ya hemos colocado.
Pinchamos toda la masa para que no suba y horneamos a 175 º unos 15 minutos con calor arriba y abajo en la parte inferior de nuestro horno.
Solo tiene que estar un poco doradito.
Preparación del relleno mientras se hornea la pasta crujiente en el horno:
Lo primero va a ser preparar la crema agria porque también necesita un reposo de unos 30 minutos.
En un vaso ponemos 125 ml de nata líquida, la que utilizamos normalmente para montar, y le añadimos 10 ml de zumo limón. Damos unas vueltas y dejamos reposar 30 minutos a temperatura ambiente.
En un bol ponemos 250 g de queso crema, lo removemos un poco con una cuchara de madera y le añadimos los 350 g de requesón y los 170 g de azúcar. Mezclamos bien.
Agregamos los huevos ligeramente batidos, volvemos a mezclar para que nos queden bien incorporados y seguimos añadiendo la crema agria que ya teníamos preparada con anterioridad.
Cada vez que incorporamos un nuevo ingrediente mezclamos con la espátula o cuchara de madera.
Por último añadimos las dos cucharadas de harina tamizada y 1 cucharada de maicena.
Terminamos de mezclar todo bien para obtener una crema homogénea pero grumosa debido al requesón.
Vertemos con la ayuda de un cucharón la crema sobre el molde con la pasta crujiente horneada.
Horneamos unos 45 minutos a 180º con calor arriba y abajo, poniendo la rejilla en la parte inferior del horno en la posición 2.
Sacamos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego ya lo puedes terminar de enfriar y que cuaje bien en la nevera.
Desmoldamos y servimos. Es un pastel que desmolda muy bien.
Yo también le he rebajado e igualado un poquito los bordes superiores de la pasta crujiente.
Para la decoración final, puedes optar por espolvorear azúcar glasé, algún tipo de frutas, queso, siropes… al gusto de cada uno.
Por ejemplo, pones una blonda de las que vienen con las bandejas de cartón y que tienen agujeritos, en la parte superior del pastel, espolvorea azúcar glasé, quita la blonda con cuidado y verás que mono queda.
El nuestro lleva, azúcar glasé y unos macarons variados.
Y aquí puedes ver que textura tan cremosa tiene por dentro este pastel de queso Austriaco.
Se ve delicioso. Me lo apunto para hacerlo.
Un saludo
Fabydufit
Me encanta esta tarta. Es buenísima la receta y muy bien explicada.
Saludos
Muchas gracias, la verdad es que si que está buena si.