Este postre de leche y nata es de lo mas sencillo, no necesitamos horno y se sirve frio. Algo que es genial en los días que la temperatura es alta y lo que menos nos apetece es precisamente encender el horno. Y si tenemos en cuenta lo que consume el horno, pues todavía mejor, un gasto menos.
A mi me parece que es perfecto cuando te encuentras con una comida familiar, una reunión de amigos por ejemplo y necesitas preparar algo que no te lleve mucho tiempo. Eso sí hay que tener en cuenta que tienes que dejarlo en la nevera para que cuaje bien varias horas.
Receta sencilla para un Postre de Leche y Nata sin horno
Ingredientes:
- Sobaos, bizcochos de soletilla o galletas para la base
- ½ L de leche
- ½ L de nata liquida
- 2 sobres de cuajada
- 4 a 6 cucharadas de azúcar
Se que hay problemas en encontrar sobres de cuajada en otros paises, os recomiendo leáis este enlace donde nos habla como podemos sustituirlos por otro producto.
Preparación:
En un molde colocamos todos los sobaos, bizcochos de soletilla o galletas, cubriendo completamente el fondo. Luego subirán hacia la superficie por lo que ten en cuenta si tu recipiente tiene la base más pequeña que el borde superior para que luego no te queden demasiados huecos sin bizcocho. Reservamos.
Retiramos un poco de leche en un vaso y disolvemos en ella los dos sobres de cuajada y reservamos.
En la cazuela al fuego mezclar la leche, la nata, el azúcar y le añadimos el vaso de leche que habiamos reservado con los sobre de cuajada disueltos. Llevamos a ebullición y dejamos que hierba unos minutos sin dejar de remover para que no se nos peque en la base de la cazuela o cacerola.
Retiramos del fuego y vertemos poco a poco sobre los bizcochos que tenemos en el molde. Que nos queden bien empapados. Verás cómo suben hacia la superficie. Puedes hundirlos con cuidado y dejar que vuelvan a subir, así se te irán empapando mucho más.
Dejamos que se enfrié un poquito y ya lo dejamos unas horas en la nevera para que nuestra elaboración quede completamente cuajada. A mi me gusta hacerlo de un día para otro y se cuaja muy bien en la nevera toda la noche.
Podemos desmoldar una vez comprobemos que esta bien cuajado.
Puedes decorarlo cómo más te guste, yo le he puesto unos macarons y unas pepitas de chocolate. Con algún tipo de fruta de temporada también quedaría perfecto.
Cómo has podido comprobar es un postre de lo más sencillito, al no llevar horno es una propuesta ideal en época en las que el calor aprieta y no apetece encenderlo. No se tarda nada en hacer pero hay que tener en cuenta que tiene unas horas de reposo en la nevera eso si.
Si te ha gustado, puedes intentar diferentes variaciones como la que hicimos nosotros añadiéndole queso por ejemplo y que tienes en el siguiente enlace.
Ino de mis favoritos. Sencillo y fresquito
te quedò espectacular!!!
Muchas gracias.